Llevo cinco días escuchando compulsivamente Exile in Guyville, debut que Liz Phair publicó en 1993 y que conozco desde hace más de diez años, como si lo hubiera descubierto ayer; con ese nivel de fascinación y conexión. Me encanta su vitalidad rebozada en sarcasmo, su intimismo seco e inquietante, la sexualidad que emana (y que narra de manera explícita, también). ¿Por qué repetirme? Hoy mismo he colgado una reseña sobre él en Picadura de Abeja que podéis leer aquí.
Juan Cervera la presentaba a los lectores de Rockdelux en enero de 1994, dando algunas señas biográficas y explayándose también al respecto de la grata sorpresa que supuso el disco que, tristemente, junto a Whip Smart (1994) acabaría siendo una anomalía en su discografía, antes de empezar un viaje sin retorno hacia el pop-rock comercialmente vulgar y la pérdida de cualquier credibilidad que pudiera ganar en la primera mitad de los noventa (y fue mucha).
No hay comentarios:
Publicar un comentario