Cansada de la contundencia de su anterior banda Silverfish (las relaciones entre los miembros del grupo acabaron de manera bastante lamentable), Lesley Rankine se marchó a Seattle a trabajar con el productor Mark Walk en las canciones que integrarían el primer trabajo del que fue discutiblemente su proyecto más conseguido, conocido y, mal que nos pese, efímero. Ruby se benefició de la publicación oportuna de Salt Peter a mediados de 1995, un año en el que al fin se prestó prioritaria atención a las mujeres en el mundo musical independiente, pero también tuvo que defenderse de las comparaciones fáciles y desmarcarse de las acusaciones de subirse al carro del trip-hop. Lo que hacía Ruby era otra cosa: mezcla de sonido industrial, pop bailable y rock sensual en un disco que escuchado hoy permanece interesante y que ya en su día se coló en las listas de lo mejor del año.
Tras ese primer disco desapareció del mapa y solo volvió a asomar la cabeza para entregar el desapercibido Short-Staffed at the Gene Pool (2001). Han corrido rumores de que saque nuevo material en breve.
Laura Pardo entrevistó a Rankine para Spiral.
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