Una de conciertos primaverales de 1992. Esteve Farrés presenció sobre el escenario a un legendario y a unos casi recién llegados: Ian McCulloch presentaba el segundo disco bajo su nombre, el día de su cumpleaños y un poco borracho; Ride, por su parte, demostraron solidez en la sala KGB. Ismael Comas hace de corresponsal desde Nueva York para dar pinceladas sobre las visitas de Swans, The Sugarcubes y Superchunk a la ciudad, mientras que Juan Vitoria quedó embelesado con la actuación de John Cale en Valencia.
Ricardo Aldarondo vio a los Dire Straits en San Sebastián y constató cómo la música no era lo más importante en sus conciertos, aunque poco le importaba a la audiencia. Laurie Anderson en la Expo, sin los subtítulos que ahora caracterizan a sus espectáculos e intentando recitar en español, no convenció del todo a Blas Fernández, y Juan Cervera vio a unos The Jesus & Mary Chain sin las chispa de antaño en Barcelona.
Otras reseñas vienen firmadas por Román F. Añaños, Xavier Cervantes, Quim Casas, Gerardo Sanz y Ramón Súrio.
En Picadura de Abeja, revisión de Foreign Land (2002) y Continental 62 (2006), las dos cumbres borrascosas de la discografía de Christina Rosenvinge.
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