1997. Se había reeditado su disco Taquicardia (1984) y publicaban el primero con canciones nuevas desde la edición de ese, Carbono 14, que descolocó a sus fieles con colaboraciones de artistas alejados de su mundo y estética como Miguel Bosé o Ismael Serrano, sugerencias de Polygram para dirigirlas a un target sin duda erróneo. Vainica Doble volvían a grabar, con toda la naturalidad del mundo, a su paso como siempre lo hicieron.
Reivindicadas en los ochenta por su genuina filosofía por gente como Carlos Berlanga o el Zurdo; también referencia para los grupos de pop de Donosti en los noventa, que las mencionaban a menudo en las entrevistas, Gloria Van Aerssen y Carmen Santoja (como curiosidad, mencionar que su hermana Elena era la presentadora de Con Las manos en la Masa de TVE1, progama para el que Vainica compusieron la sintonía) publicaron su último disco en Elefant Records, sin duda la casa que con más cariño y comprensión podía acogerlas, una relación que no fue más allá por la muerte de Carmen en 2000.
Así entretuvieron a César Macondo repasando su estrambótica trayectoria para Rockdelux.
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