Róisín Murphy y Mark Brydon visitaron Barcelona a principios de julio de 1998, recién publicado el segundo disco de Moloko, I'm Not a Doctor, el trabajo que incluía el 'Sing it Back' que tanto triunfó vía remezcla. No era un mero trámite promocional, no; era peor. Formaban parte del cartel de un festival que se destapó como un auténtico fiasco (acudió un 10% del público que se esperaba) y del que también adjunto la reseña aparecida en el mismo número.
Ambos textos los firma Javier Blanquez, que pudo entrevistar a la pareja antes del evento y que no logró acabar de entender el peculiar humor estrambótico que también condicionaba su música. Luego lo pasó realmente mal en Colors of the Universe, donde a parte de Moloko se juntaron nombres como Goldie y Bunbury con su disco electrónico.
Alicia Aguilera fotografió a Murphy y Brydon en las gradas del Estadi Olímpic y las fotos de conciertos son de Juan Sala.
En Picadura de Abeja, revisión de uno de los trabajos nacionales más estimulantes de los últimos años, el debut de Marina Gallardo Working to Speak, de 2008.
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