Que nadie se crea el mito de que a Dover la prensa especializada les crucificó o les trató mal cuando empezaron a vender desorbitadamente copias de Devil Came to Me a mediados de 1997. A pesar de que Julio Ruiz siempre se mostró entusiasta y les brindó todo su apoyo desde su programa Discogrande en Radio 3 (ahí estuvieron, en los primeros puestos de la Lista Grande de Maquetas Grandes durante semanas en 1995), tirando de hemeroteca uno se da cuenta de que Sister, el primer disco del cuarteto, no fue reseñado ni en Spiral ni en Rockdelux, y leyendo este breve artículo de Teo Santos uno puede percibir fácilmente que su propuesta no le convence, y que incluso en una época en la que parecía que todo valía mientras aumentara la fauna de la escena indie, lo de Dover era bastante esquelético. Uno dirá que se les trató con escepticismo por congratularse de sus influencias grunges, pero lo cierto es que a otros grupos con influencias reconocidas más trendies se les pagaba con la misma indiferencia si le faltaba sustancia a su propuesta.
Sorprendente leer a Cristina Llanos diciendo que "no me gustan las voces forzadas o antinaturales", cuando el grito precisamente forzado a lo Kurt Cobain era lo que la dejaba prácticamente afónica en las giras, y su desfachatez al afirmar que "Nos gusta mucho Come -en el disco hay una semi-versión que poco tiene que ver con el original", cuando en realidad lo que hicieron fue coger dos versos escritos por Thalia Zedek de la canción 'Mercury Falls' y apropiárselos para una canción suya, 'Angelus'.
Visto el grupo que son ahora, este artículo parece mentira.
No hay comentarios:
Publicar un comentario