Un pequeño guiño para la persona que me los descubrió, hará unos cuatro años (es otro de los grupos a los que no se entiende por qué no me acerqué antes). Stereolab es seguramente una de las bandas más prolíficas de la historia del pop y una de las más fascinantes; abarcar su discografía para alguien que se ha subido al carro tarde es harto complicado, pero lo bueno es que sin pegarse un atracón parece que uno vaya a tener material para disfrutarlos hasta el final de sus días.
En diciembre de 1995 tocaron dos noches en la Sala Maravillas de Madrid, y Jesús y Víctor Malsonando charlaron un poco con ellos en un bar de Malasaña lleno de aficionados al fútbol, lo cual casi logra distraer a Laetitia Sadier en medio de sus reflexiones acerca de la política aplicada al lenguaje de la banda y su lugar en el panorama musical. Stereolab editarían en breve uno de sus trabajos más destacados, Emperor Tomato Ketchup. Los Malsonando ponen también orden a su discografía.
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