Anna Domino es uno de esos nombres que a mediados de los ochenta solían mencionarse en revistas como Rockdelux con grandes dosis de entusiasmo, como si fuera una artista en la que se confiara para reciclar de manera inteligente el mundo del pop, y Anna tuvo notable repercusión de hecho, pero finalmente (como ocurriría con Neneh Cherry y muchas otras y otros) no hubo para tanto. De hecho yo no había oído hablar de ella hasta que di con su nombre en estas páginas, pero me alegro de que así fuera porque su música (sobretodo la de los eps East and West y Rhythm) es un agradable compendio de cajas de ritmos, pequeños fraseos de guitarra y sintetizador, profusión rítmica... una receta que da con un pop-new wave delicado y suave, sin duda fechado en la década de los ochenta, pero que en canciones como la que os dejo más abajo (versión del "Land of my Dreams" de Aretha Franklin, nada más y nada menos) no anda lejos de la nocturnidad húmeda de lo que hacen ahora Beach House, por ejemplo.
Myriam S. Servet conversó con ella en Madrid y Jordi Fàbregas la fotografió en concierto.
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